Gestión alternativa de conflictos
¿Se puede gestionar positivamente el conflicto?
Sí, de hecho, es muy habitual que los conflictos con los que nos encontramos diariamente tengan una gestión positiva. Nuestras habilidades personales y sociales posibilitan que podamos gestionar satisfactoriamente un conflicto y todo ello de forma pacífica. Únicamente una minoría de conflictos se “enquistan” y comienzan a gestionarse en negativo. Esta gestión en negativo puede acabar en confrontación abierta entre las personas y, por último, en violencia. En cualquier caso es importante recordar que conflicto y violencia pueden disociarse: hay conflictos no violentos y existe una violencia sin conflicto aparente.
¿Es posible transformar la cultura de la violencia, en la que una gran parte de la población mundial hemos crecido y tendemos a reproducir? Desde los estudios para la paz la respuesta que se da a esta pregunta es afirmativa: se puede transformar la cultura de la violencia en cultura de paz. Sin embargo, es imperativo construir nuevos conceptos de paz, educación, persona, método científico y estudios de la paz,…
En lo práctico, y en la línea de la transformación de los conflictos, se ha desarrollado la Gestión Alternativa del Conflicto (GAC). Dentro de este ámbito se estudian y se desarrollan técnicas de resolución de conflictos como la mediación y la negociación, principalmente. Otras técnicas de resolución de conflictos son el arbitraje (especialmente en el ámbito mercantil) o la conciliación (en el ámbito laboral, principalmente). Todas las técnicas de resolución de conflictos, incluidas las terapias (que permiten abordar temas personales como pueden ser la autoestima o la desorientación), aportan elementos, conocimientos, herramientas y estrategias para que las personas puedan gestionar de forma pacífica sus conflictos, es decir, puedan vivir el conflicto en positivo.
En muchos casos, la gestión alternativa del conflicto se asocia con los procesos de participación ciudadana y, concretamente, los que se dan en el marco de las comunidades. Son muchos los proyectos e iniciativas tanto públicas (principalmente de ayuntamientos o escuelas) como ciudadanas (de entidades del tercer sector) que tratan de profundizar en la gestión alternativa de los conflictos. Algunos de ellos pueden estar llevándose a cabo en tu centro escolar ahora mismo. Muchas escuelas e institutos tienen en marcha proyectos de mediación entre alumnos o, incluso, pueden tener una comisión de convivencia y mediación escolar.
En otros ámbitos, como los de las comunidades, también se dan procesos de gestión alternativa de conflictos. En algunos casos bajo el paraguas de procesos de participación ciudadana, ya sea para tomar la decisión de la ubicación y/o gestión de instalaciones municipales, o para la reordenación urbanística de un barrio.
Igualmente, en el sí de las asociaciones del tercer sector se desarrollan proyectos de resolución pacífica de controversias que tienen en la mediación una de sus principales técnicas. Estos proyectos, al igual que en el ámbito comunitario, tienen como objetivo transformar el conflicto, gestionarlo positivamente y, obviamente, dotar a las personas de capacidades y habilidades para prevenir su gestión negativa.
¿Qué permite la mediación? Ante todo, la mediación es una de las numerosas técnicas de gestión de los conflictos que se pueden encontrar en el marco de la GAC. Muchas veces se habla también de cultura de la mediación y se caracteriza como una cultura que profundiza en la comunicación y en el diálogo. Una comunicación y un diálogo que se da tanto a nivel personal (cómo me comunico yo, cómo me expreso, cómo escucho y cómo articulo respuestas y propuestas) como a nivel de interacción con las otra/s persona/s que participan en el conflicto.
La mediación se caracteriza por:
- La presencia de una tercera persona (mediador/a). Su función es la de facilitar el proceso de mediación, establecer y hacer respetar la reglas básicas del proceso de mediación y las que se hayan establecido de común acuerdo por las partes, determinar los tiempos de participación, facilitar los procesos de comunicación (favoreciendo la escucha activa, la comunicación en “yo”, la asertividad, la empatía,…)
- Las partes. Se denomina parte a cada una de las personas o instituciones que participan en una mediación.
- Ser voluntaria. Las partes acuden voluntariamente al proceso de mediación y de forma voluntaria deciden continuar el proceso.
- La mediación tiene un límite en el tiempo, no se puede extender indefinidamente.
- La persona mediadora se define como imparcial.
- Toda la información que se proporcione durante el proceso de mediación es confidencial y ni las partes ni el mediador/a pueden utilizarla fuera del espacio de la mediación.
- Uno de los elementos más importantes de la mediación es que son las partes las que establecen de común acuerdo cuál es la solución al conflicto. La solución no viene impuesta por un tercero.
- En cualquier caso, con o sin acuerdo, la mediación y el uso de las técnicas de gestión del conflicto inciden en cómo las personas se comunican, se expresan, se escuchan, cómo hacen y rehacen su planteamiento del conflicto, sus sentimientos y sus emociones. Y ahí radica el poder transformador de la mediación, en el desaprender habilidades y técnicas que reproducen la incomunicación y aprender y ejercitar técnicas que favorecen la gestión del conflicto.
Para saber más sobre los estilos de mediación y sobre la mediación:
- Escuela de Harvard. El libro que ejemplifica la teoría y práctica del modelo tradicional-lineal o modelo de negociación de Harvard es «OBTENGA EL SÍ. El arte de negociar sin ceder», de William Ury, Roger Fisher y Bruce Patton. Se puede encontrar en diferentes librerías online y en librerías tradicionales.
- Mediación transformativa: Revista de mediación, nº 2 . La mediación transformativa
- Mediación circular-narrativa: El modelo circular-narrativo de Sara Cobb y sus técnicas, por Pilar Munuera
- Enlaces de interés sobre mediación (Ammediadores)
- Mediación escolar
Etiquetas:Conflicto, Resolución de conflictos